Así comienza una famosa sevillana de Los Marismeños, así lo canta un personaje de la novela de humor La Asunción vive arriba y así lo tarareará más de una persona al leerlo porque esta canción es tan famosa como lo es El Rocío en Huelva y en gran parte del mundo.
Al citar El Rocío tenemos dos ideas, una es la aldea en sí y otra la romería que se hace hasta allí. Ninguna de ellas deja indiferente.
El paisaje lo componen dos colores principales, el albero de sus calles de arena y el blanco de las ordenadas casas. El edificio principal es la ermita, donde visitar la virgen. Sin embargo, este 2021, por motivos de seguridad debido al COVID-19, la virgen permanece en el pueblo hasta que sea viable su traslado.
Entre las casas rocieras se encuentran las casas de las hermandades, donde los peregrinos se alojan para acompañar a la Blanca Paloma, nombre por el que también se conoce a dicha advocación mariana.
En las puertas de las casas encontrarás postes para atar los caballos, que son el medio de transporte más usado en la aldea, sobre todo en romería. Entre las numerosas casas, hay restaurantes y algún supermercado, también centro de salud, ayuntamiento y tiendas de souvenir además de una farmacia y otros edificios públicos.
Además de este paisaje construido, hay un paisaje natural espectacular, unas marismas pobladas por flamencos que son la puerta al Parque Natural de Doñana, del cual hablaremos en otro post y que recomendamos visitar sobre todo en primavera.
Si te preguntas qué ver en el Rocío cuando no está en fiestas, ya sabes que sus marismas y sus calles, pero sobre todo Doñana, aunque recomendamos evitar el verano.
Un famoso peregrinaje capaz de reunir a casi un millón de personas, ahí es nada.
Desde diferentes puntos de España y Europa, llegan las carretas, carriolas y caballos al compás de las sevillanas. El cante de los devotos, muchos de ellos a pie, se suma a las guitarras y panderetas que hacen de este recorrido uno de los viajes más alegres. Los colores de los trajes de gitana atraviesan senderos milenarios del Parque de Doñana, enclave por el cual llega la mayoría para visitar a su virgen.
El sábado en vísperas de Pentecostés, las hermandades, en orden de antigüedad, se acercan a la ermita a saludar a La Blanca Paloma; el domingo se da la misa y por la noche se reza el rosario. Y es el lunes de madrugada cuando ocurre el famoso salto de la reja, donde los cofrades saltan literalmente la reja tras la que se encuentra la virgen para sacarla a hombros ante el resto de peregrinos. Un momento de gran fervor y tensión en el cual preferimos ser espectadores. Con este salto se inicia la procesión por la aldea.
El fin de semana del Domingo de Pentecostés, depende pues del calendario religioso y se sitúa 50 días después de Semana Santa.
Hay cuatro recorridos de peregrinos:
Varios recorridos diferentes pero todos cargados de ilusión y alegría. ¿Cuál escogerías tú? Coméntalo en nuestro post.
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